El A, que tiene 119 metros de eslora y 18,87 de manga, fue construido en el 2008 bajo el diseño de Philippe Starck, el mismo que proyectó el súper yate de otro multimillonario ruso, Abramóvich, y costó alrededor de 260 millones de euros. Está considerado como uno de los diez yates más grandes del mundo.
Un camarote de 230 metros
A bordo del lujoso buque, en el que navegan 38 tripulantes que atienden a cinco pasajeros, se distribuyen siete camarotes, uno de ellos de 230 metros cuadrados. Cuenta, además, con tres piscinas, un yacusi y un helipuerto.
El A, todo un símbolo en Rusia, cuenta con los equipos de navegación y de seguridad más sofisticados del mundo. Está construido a prueba de bombas, está equipado con inhibidores de radar, tiene 44 cámaras de vigilancia con sensores de movimiento y un sistema de seguridad por huellas digitales. El megayate consume 227 litros de gasoil por hora y el coste de su mantenimiento se eleva a más de 18 millones de euros al año.
Al armador, Melnichenko, dueño del banco MDM, uno de los mayores de Rusia, de tan solo 44 años, se le calcula una fortuna de 5.600 millones de euros.